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Sistema de extinción de incendios en campanas extractoras
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Es obligatorio sacar la chimenea a cubierta en Madrid. Cumplimiento normativo y seguridad en la evacuación de humos.
La correcta evacuación de humos constituye uno de los pilares esenciales para garantizar la seguridad, la habitabilidad y la legalidad de cualquier local o vivienda en Madrid. En un entorno urbano altamente regulado, la salida de gases de combustión no solo representa una cuestión técnica, sino también un requisito jurídico ineludible para evitar sanciones, proteger la salud pública y asegurar la viabilidad de cualquier actividad profesional relacionada con la producción de humo, olores o vapores. Por ello, resulta fundamental comprender por qué la normativa exige que los conductos asciendan hasta la cubierta del edificio y cuáles son las implicaciones reales para propietarios, hosteleros y administradores de fincas.
La legislación madrileña establece un conjunto de normas que convergen hacia un principio común: toda evacuación de productos de combustión debe realizarse únicamente hacia la cubierta, salvo excepciones muy concretas para equipos domésticos de baja potencia. Estas regulaciones incluyen el Código Técnico de la Edificación, el RITE, las ordenanzas municipales, así como directrices de medio ambiente y seguridad contra incendios. Dichas obligaciones son estrictas y de obligado cumplimiento en proyectos nuevos, reformas, cambios de actividad y regularizaciones posteriores.
La adecuación de un sistema de extracción en cocinas profesionales comienza en la instalación de una campana industrial cocina que permita canalizar los humos de manera segura y eficiente. Este tipo de equipamiento, al trabajar con grasas, vapores calientes y partículas inflamables, requiere un conducto exclusivo, ignífugo y perfectamente sellado que ascienda hasta la cubierta sin desviaciones innecesarias. Las autoridades municipales no permiten, bajo ningún concepto, que los humos procedentes de una cocina industrial sean expulsados a patios, fachadas o espacios comunes, debido a los riesgos de incendios, molestias vecinales y contaminación atmosférica.
En el caso de bares, restaurantes y locales de hostelería, la obligatoriedad de contar con una campana extractora industrial es absoluta e innegociable. Estos negocios generan humos de carácter graso y olores persistentes que, sin un sistema de evacuación adecuado, afectarían a los habitantes del edificio y comprometerían gravemente la seguridad del inmueble. La normativa en Madrid dispone que cada cocina profesional debe operar con un conducto independiente que recorra toda la vertical del edificio hasta la cubierta, evitando codos innecesarios y cumpliendo con certificaciones ignífugas específicas. Su ausencia implica la imposibilidad de obtener licencia de actividad y la eventual clausura del establecimiento.
Para quienes preguntan si es obligatorio sacar la chimenea a cubierta en Madrid, la respuesta continúa siendo clara y categórica: sí, lo es en prácticamente el 100 % de los casos. La salida de humos a fachada está prohibida para cocinas industriales, parrillas, hornos profesionales y cualquier equipo que genere olores fuertes, vapores o residuos combustibles. Las únicas excepciones, cada vez más reducidas, se limitan a calderas estancas domésticas instaladas bajo condiciones muy específicas. En actividades comerciales, la regla es invariable: sin chimenea hasta cubierta, no existe viabilidad de apertura.
Las regulaciones municipales establecen esta prohibición por motivos bien fundamentados:
Alteración de la calidad del aire en zonas residenciales.
Depósitos grasos que manchan fachadas y acortan su vida útil.
Dispersión de olores molestos hacia viviendas colindantes.
Riesgos de incendio derivados de la acumulación de grasas en conductos no adecuados.
Impactos medioambientales en áreas urbanas densamente pobladas.
Por estos motivos, cualquier proyecto técnico que contemple la salida de humos a una fachada será automáticamente rechazado por el Ayuntamiento.
La evacuación hasta cubierta debe cumplir estándares precisos:
Conducto exclusivo, nunca compartido con otros locales.
Materiales ignífugos certificados, como acero de doble pared aislada con resistencia EI 30 o EI 60.
Trazado vertical continuo, minimizando codos y evitando cruces indebidos.
Altura mínima reglamentaria, sobresaliendo al menos un metro sobre el último obstáculo.
Sombrerete antirrevoco, que garantiza una expulsión segura incluso en condiciones climáticas adversas.
Este sistema debe ser ejecutado, certificado y documentado por profesionales autorizados para que su validez sea reconocida durante la tramitación de la licencia.
En inmuebles catalogados, pertenecientes al centro histórico o con grado de protección arquitectónica, la obligación de evacuar los humos a cubierta sigue plenamente vigente. La única diferencia reside en los permisos, la tramitación especial y las soluciones técnicas que permiten integrar el conducto sin modificar la estética protegida. En estos casos se emplean patinillos ignífugos, conductos interiores o salidas ocultas desde patios superiores, cumpliendo con las exigencias urbanísticas sin sacrificar la seguridad del edificio.
No realizar la evacuación de humos según normativa genera repercusiones inmediatas:
Denegación de licencia de actividad.
Multas significativas que pueden oscilar entre 3.000 € y 60.000 €.
Clausura del establecimiento en inspecciones posteriores.
Responsabilidad civil por daños a terceros, humedades o afecciones por olores.
Sin una chimenea legalizada, ningún negocio relacionado con la cocina puede operar en Madrid.
Cada instalación debe aparecer detallada en el proyecto técnico que se presenta al Ayuntamiento para obtener la licencia. Tras la obra, se deben aportar certificados de instalación, pruebas de estanqueidad, informes de resistencia al fuego y documentación RITE cuando proceda. Sin este conjunto de documentos, el conducto se considera ilegal, lo que impide la apertura o renovación de la licencia.
El coste varía según altura y complejidad:
Recorridos cortos: 2.500 € – 5.000 €
Edificios medios: 5.000 € – 9.000 €
Edificios altos o con protección especial: 10.000 € – 18.000 €
Estas cifras incluyen conductos EI, montaje, perforaciones, registros ignífugos y certificaciones.
La normativa madrileña establece con absoluta claridad que la evacuación de humos debe realizarse exclusivamente a cubierta, especialmente en locales con cocina profesional. Cumplir con esta obligación garantiza seguridad, evita sanciones y asegura la viabilidad económica y legal de la actividad. Cualquier intento de operar sin un sistema reglamentario conduce inevitablemente a la denegación de licencia y al cierre del negocio.
Renace un emblema venezolano en Almería: el Bycactus58 vuelve a iluminar El Zapillo. Un nuevo comienzo para un local que simboliza unión y sabor.
El barrio de El Zapillo vuelve a llenarse de aromas cálidos, crujientes y profundamente familiares. Tras semanas de intensa labor, el reconocido establecimiento Bycactus58 reabre sus puertas con la firme intención de devolver a su comunidad ese rincón gastronómico donde la tradición, la calidad y el cariño siempre han ido de la mano. La reciente remodelación del local no solo marca un antes y un después para sus propietarios, sino también para los vecinos que han visto en este bar un punto de encuentro y un refugio de sabores venezolanos en pleno corazón de Almería.
Superar un incendio no es sencillo para ningún negocio, y menos aún para uno cuya esencia se encuentra en su cocina. Lo ocurrido el 11 de noviembre fue un recordatorio contundente de la relevancia que tienen los sistemas de seguridad contra incendios en establecimientos hosteleros. En esta nueva etapa, la implementación de soluciones avanzadas deextinción automática cocinase convierte en un pilar fundamental que garantiza la continuidad del servicio y la tranquilidad de clientes y trabajadores.
Invertir en tecnología de protección es indispensable cuando la cocina es el corazón del negocio. La capacidad de detectar, controlar y extinguir un fuego en segundos marca la diferencia entre una pequeña incidencia y una catástrofe estructural. Esta renovación refuerza el compromiso del Bycactus58 con la seguridad, la prevención y la excelencia operativa.
La reconstrucción de la cocina tras el accidente abrió la oportunidad de modernizar el espacio con equipos de alto rendimiento y sistemas de protección certificados. En este punto es especialmente relevante comprender el precio sistema automático de extinción de incendios en cocinas, una inversión que, lejos de ser un gasto, constituye un elemento imprescindible para evitar pérdidas económicas mayores y garantizar la seguridad en cada servicio.
El coste de estos sistemas depende de variables como el tamaño de la cocina, el tipo de campana extractora, los agentes extintores utilizados y el grado de automatización del conjunto. Sin embargo, su instalación se traduce en una protección sólida y permanente, capaz de actuar incluso cuando el local se encuentra cerrado o sin personal. En esta renovación, Bycactus58 ha apostado por tecnologías de última generación que optimizan tanto la seguridad como la eficiencia energética y operativa.
Los avances en materia de seguridad también han inspirado un ejercicio de responsabilidad informativa. El proceso de recuperación del Bycactus58 pone en valor la labor divulgativa de espacios especializados como esteblog de extintores, que orientan a propietarios, emprendedores y profesionales del sector sobre las mejores prácticas de prevención y mantenimiento en locales gastronómicos.
Gracias a la difusión de información clara y accesible, cada vez más negocios comprenden la necesidad de actuar antes del incidente, tomando decisiones estratégicas que protejan no solo sus instalaciones, sino también la vida de quienes los visitan. La educación en prevención se convierte así en un aliado directo de la hostelería.
Tras el siniestro, aproximadamente un 60% de la cocina quedó inutilizable: campana, extractor, electrodomésticos, cableado y mobiliario especializado. El esfuerzo de reconstrucción ha transformado esa adversidad en una oportunidad para mejorar y evolucionar. Hoy, el nuevo espacio luce más moderno, más seguro y más funcional, preparado para soportar altos ritmos de trabajo sin comprometer la calidad del servicio.
Además, los cambios en el área de atención al público —colores renovados, iluminación suave, detalles cuidadosamente seleccionados— refuerzan esa sensación de hogar que caracteriza al Bycactus58. Las tradicionales arepas, cachapas, empanadas y tequeños recuperan así su escenario natural: un local donde cada sabor narra una historia y cada cliente forma parte de una comunidad.
La reapertura simbólica, celebrada el 5 de diciembre, reunió a amigos, clientes habituales y vecinos que han acompañado a los propietarios desde el primer día. Lo que comenzó hace cuatro años con un proyecto enfocado al delivery y el take away ha evolucionado hacia un espacio que integra la gastronomía con la convivencia social. Hoy, el 80% de su clientela es española, lo que demuestra el arraigo del local y la capacidad de sus sabores para conquistar paladares de todos los orígenes.
El relanzamiento oficial, previsto para los días 7 u 8 de diciembre, simboliza mucho más que la continuidad de un negocio. Es la manifestación de un espíritu combativo, de una comunidad unida y de una visión gastronómica que se niega a apagarse incluso frente a la adversidad.
El incendio dejó una enseñanza profunda en los hermanos Suárez Morillo: la importancia de la prevención, la gestión emocional y la capacidad de tomar decisiones rápidas. Sin embargo, también abrió paso a la solidaridad, al apoyo incondicional de quienes valoran este rincón venezolano en El Zapillo. Gracias a este impulso colectivo, hoy vuelve a abrirse una puerta que simboliza la fuerza de la comunidad y la perseverancia.
El Bycactus58 no solo recupera su actividad, sino que inicia una etapa aún más sólida, segura y prometedora. Su renacimiento es un homenaje a la cultura, la gastronomía y la capacidad de transformar los desafíos en nuevas oportunidades.